Burbujeante acogida para uno de lo maestros de cava más importantes del mundo, Benoît Gouez, chef de cave Moët & Chandon. El lugar escogido fue el Estudio Millesime by American Express (donde la marca riega las copas en todos los eventos que realiza), un espacio exclusivo para un champagne de lujo.
María Forcada
Benoît Gouez pertenece a la casa Moët & Chandon desde el año 2005. El reto que supone ingresar al mando de una marca consolidada y de reputación insuperable no es fácil, pero Gouez ha marcado la diferencia apostando por hacer crecer el mercado de champagne rosé y ser mucho más meticuloso a la hora de elaborar un vintage*. También fue el creador de Moët & Chandon Ice Impérial, el primer champagne del mundo hecho específicamente para ser tomado con hielo en las reuniones de amigos, brunchs y cocktails de verano. “Hemos analizado los gustos de la gente y a partir de ahí hemos creado Moët & Chandon Ice Imperial, un champagne fresco para ser disfrutado durante el día”, comentó Benoît Gouez. “Moët & Chandon Ice Impérial es fiel al célebre estilo de la Maison, pero abre un nuevo camino para el champagne”.
MCIII, MÁXIMA EXPRESIÓN
Durante la presentación celebrada en México este mes de abril pudimos catar una de sus novedades recientes, MCIII, un esamblaje de varios vinos vintage que poseen estructuras parecidas pero que confluyen en una sola personalidad propia. Sin duda, un champagne de máxima expresión de la casa Moët, encerrado en una elegante botella de cristal negro y metal. Parece que su nombre responde a las iniciales de la casa MC y el III en números romanos hace referencia a las las fases de crianza por las que pasan los diferentes vintage: madera, metal y cristal. La viveza que posee MCIII en copa es reflejo de la sabiduría que el chef de cave ha plasmado en su elaboración. Notas frescas, cítricas y balsámicos que dan paso a notas de repostería, mantequilla, tostados y un final seco ligeramente amargo.
*Un champagne vintage o millésime (dependerá de si lo prefiere en inglés o en español), está elaborado con vino de una sola añada superior, de calidad excepcional. Lo habitual en Champagne es mezclar vinos de cosechas de diferentes años, por eso un vintage supone una rareza.