Ácidas, aromáticas y generalmente poco alcohólicas. Las cervezas de estilo Sour (su traducción del inglés trota a caballo entre lo agrio y lo ácido) conforman por sí mismas una familia completa —y muy desconocida— de cervezas.
También conocidas como “cervezas salvajes” o “de fermentación espontánea”, causan furor en países como Estados Unidos o Bélgica, donde se fabrican, incluso, bajo Denominación de Origen Geográfica. Las cervezas “sour” o agrias son de un gusto adquirido, hay quienes las adoran y hay quienes le sacan el cuerpo.
Algunas cervecerías que cuentan con programas de elaboración de este estilo de cervezas son New Belgium Brewing y Avery Brewing en Colorado, Russian River Brewing en California y Brasserie Cantillon en Bruselas.
En España, algunas cerveceras también se ha sumado a la fiebre Sour Beer, como Zeta Beer en Valencia.
A diferencia de los métodos tradicionales para elaborar cervezas, los cuales se realizan en ambientes estériles y controlados para evitar la contaminación con levadura silvestre, la cerveza sour es elaborada permitiendo que esas bacterias, levaduras o agentes de fermentación (Brettanomyces, Lactobacillus, Pedioccocus) entren en contacto con la bebida.
El proceso de elaboración y maduración de las cervezas agrias es lento, inestable, incierto y costoso.
La categoría de cervezas agrias se divide en varios estilos:
Las sours Alemanas – estas son cervezas de trigo, muy refrescantes y apropiadas para días calientes.
Las sours de Bélgica