Estaba tardando demasiado en desvelar cuál ha sido uno de mis rincones favoritos en las últimas semanas, pero inaugurar un 2017 a lo grande, merece contarlo. Su nombre es Padella (se dice “pádela” y es sartén en italiano) y su secreto es, sin lugar a dudas, la cocina honesta y unas estancias que te atrapan largas horas en su interior.
María Forcada y Forbes Life Mx
Padella es la apuesta de tres amantes de la gastronomía (dos de ellos muy reconocidos en el sector: Andrés Amor y el chef Diego Isunza). En su cocina el guiso es el protagonista. Son recetas sin artificios con influencias francesa, italiana y algunas referencias españolas, que rescatan el valor de la paciencia a la hora de preparar un plato.
La ensalada NiÇoise se reinterpreta empleando atún fresco prácticamente crudo e introduciendo la anchoa en el aliño.
La crema de coliflor tibia, cremosa y dulce se realza con un poco de picadillo de jamón.
Las lentejas con pulpo, calamar y camarón son un extraordinario ejemplo de que no solo los productos de tierra se llevan bien con la legumbre.
Pero son tal vez el soberbio fricasé de pollo, cuya salsa está impecablemente ligada, y el boeuf bourguignon, que se deshace en la boca, los que delatan la magnífica mano de Diego Isunza.
Por supuesto, los quesos franceses no podían faltar en esta carta. En lo personal, los combino con la tarta de manzana que sacan calentita del horno. El dulzor ácido de la manzana y el queso azul se llevan de maravilla. Esta tarta casera se sirve con un helado de vainilla de auténtico sabor, donde aún se aprecian pizcas de su vaina.
Mención especial merece la selección de vinos, que resulta notable tal y como cabía esperar de una de las figuras más relevantes y respetadas en el mundo del vino en México, Andrés Amor. El experto no se corta un pelo a la hora de decir que no a las grandes marcas, y apuesta por productores y bodegas más modestas, con escasas referencias pero muy bien escogidas, de las principales regiones vinícolas. Les recomiendo en lo personal pedir Louro de Rafael Palacios, un blanco de Valdeorras que va a encajar a la perfección con las lentejas de mar y el fricasé.
Padella tiene diferentes salitas diversificadas en una misma planta con música independiente. La decoración es elegante, en tonos azules y grisáceos, con un claro estilo francés años 50. El buen servicio está garantizado por Selim Aboytes, jefe de sala que durante años ejerció en Estudio Millesime.
Precio medio: 300-400 pesos.
Bodega: Referencias internacionales
Horario: de lunes a sábado de 9:00 a 23:00 hrs. y domingos de 9:00 a 18:00
RESTAURANTE PADELLA
Calle Gral. Antonio León 72, San Miguel Chapultepec CDMX