La anunciamos hace más de un año en nuestra publicación Millesime Collection como una de las mujeres más poderosas del panorama culinario y en 2016 se ha convertido en La Mejor Chef Femenina del Mundo. La chef francesa Dominique Crenn de Atelier Crenn y Petit Crenn, en San Francisco, recibirá el galardón el 13 de junio en la Ceremonia de Premiación de Los 50 Mejores Restaurantes del Mundo en Cipriani Wall Street, Nueva York.

Información cedida por The World´s 50 Best Restaurants

Su cocina se define como «poesía culinaria», relatada en su restaurante insignia situado en el distrito Cow Hollow. La crítica no la ha perdido de vista desde su apertura en 2011. Los menús escritos a manera de poesía revelan el alto nivel artístico que es transferido a la comida y la decoración minimalista incluye selectas piezas de arte pintadas por el padre de la chef. El año pasado, la chef francesa de 51 años de edad, añadió a su cartera un segundo espacio más informal: Petit Crenn, con un concepto más casual.

William Drew, editor del Grupo de Los 50 Mejores Restaurantes del Mundo, dijo: “Estamos orgullosos y emocionados de anunciar que  Dominique Crenn es la Mejor Chef Femenina del Mundo de este año y celebrar sus diversos logros.  Dominique es una chef muy distinguida e impresionante que ha logrado muchas innovaciones como chef femenina y ha allanado el camino para las futuras generaciones. La pasión de Dominique por los productos locales, la sostenibilidad y su dedicación a la profesión la convierten en la perfecta titular de este premio”.

Crenn respondió a la noticia del galardón diciendo: “Es un gran honor haber sido elegida Mejor Chef Femenina 2016 por mis colegas y por la gente por la que tengo el placer de cocinar. Muchas de las ganadoras de este premio me han inspirado y por ello es un gran placer unirme a ellas y espero motivar también a otras cocineras de todo el mundo para que trabajen duro, sean creativas y consigan grandes cosas. Estoy orgullosa de compartir este premio con mi familia de chefs, los equipos del Atelier Crenn y Petit Crenn, sin los cuales este galardón no habría sido posible.”

Como ya hemos insistido en artículos anteriores, la elección de  La Mejor Chef Femenina del Mundo está rodeada de polémica, por destacar de forma extraordinaria a mujeres chefs.  Como acreedora del Premio a la Mejor Chef Femenina del Mundo, Dominique Crenn se une a un grupo de talentosas y excepcionales chefs, como las notables Helena Rizzo del restaurante brasileño Mani, Elena Arzak del restaurante Arzak, en España;  Anne-Sophie Pic del restaurante Maison Pic, en Francia; Nadia Santini del restaurante Dal Pescatore, en la campiña italiana y la ganadora del año pasado Hélène Darroze, del restaurante londinense Hélène Darroze at the Connaught y Hélène Darroze en París.

 La carrera de Dominique Crenn

Dominique Crenn

El hecho de crecer en el vasto paisaje culinario francés le ha permitido a Dominique Crenn desarrollar un gran interés por la cocina de sus padres. Su madre se lleva el crédito de presentarla a las artes culinarias cuando era muy pequeña, pero su apreciación por la gastronomía le viene de su padre  quien era un político y el mejor amigo de éste quien es un crítico gastronómico muy respetado del periódico francés Le Télégramme. Dominique aprendió de ellos sobre los matices sutiles y los sabores únicos de la alta cocina durante sus numerosas visitas a algunos de los mejores restaurantes de Europa.

Crenn también es egresada de la Cours Charlemagne, en París, y de la Academia de Comercio Internacional de París con títulos profesionales en Economía y Negocios Internacionales, respectivamente. Dominique ha viajado extensamente por el mundo, degustando ingredientes únicos e interesantes en el camino. Uno de sus viajes la llevó a San Francisco, donde se enamoró de su bahía convenciéndola de convertir este espacio en su nuevo hogar.

En 1988, Crenn comenzó su impresionante carrera culinaria en el reconocido restaurante Stars, donde pasó dos años bajo la tutela de dos grandes chefs de San Francisco: Jeremiah Tower y Mark Franz. En los años siguientes, Dominique perfeccionó sus habilidades en los principales restaurantes de San Francisco: Campton Place, 2223 Market, Park Hyatt Grill y Yoyo Bistro en el Hotel Miyako, antes de viajar a Indonesia para dirigir la cocina del Hotel Intercontinental en Yakarta, en 1997.

Fue allí, en el Hotel Intercontinental, donde Crenn celebró el primero de los muchos hitos que han marcado la historia culinaria al convertirse en la primera chef ejecutiva en Indonesia. Debido a la crisis política en el sudeste asiático ella regresó a California en 1998, como chef ejecutiva del Manhattan Country Club en Manhattan Beach durante ocho años, después trabajó como chef en la apertura del Abode Restaurant & Lounge, en Santa Mónica. En el 2008, en su retorno a San Francisco , Crenn dirigió a la cocina del restaurant Luce en el Hotel Intercontinental, donde ella obtuvo su primera estrella Michelin en 2009.

Gracias a su profunda pasión por la gastronomía y el deseo de crear un proyecto muy personal, Crenn se animó abrir Atelier Crenn en enero de 2011. Menos de un año después de su apertura, el restaurante recibió su primera estrella Michelin, en octubre de 2011. En el 2012, la chef Crenn logró su segundo hito en la historia culinaria al convertirse en la primera chef femenina en los Estados Unidos en recibir dos estrellas Michelin.

El nombre Atelier Crenn está inspirado en el ‘Atelier Papa Crenn’, un estudio detrás de su casa familiar en el noroeste de Francia, donde su difunto padre pintó cuadros inspirados en marinas, paisajes naturales y los alimentos cultivados en granjas de la familia. El menú ofrece productos obtenidos de la zona, producidos en el área de la bahía y tratados según las tradiciones culinarias de todo el mundo, incluyendo el lugar de nacimiento de sus padres: Bretaña, Francia. El plato emblemático y la única constante en los menús llenos de poesías de Crenn desde la creación del restaurante es el Kir Breton, una apuesta fantástica de la variación bretona del Kir Royale y la mezcla inteligente de un aperitivo con amuse-bouche.