Por más vueltas que le demos, la cocina mediterránea y sobre todo la gastronomía francesa nunca dejarán de estar de moda. Producto, técnica y sabor son los pilares sobre los que se sustentan y son precisamente estos los factores que inspiran las recetas de un restaurante que está haciendo vibrar nuestras papilas desde hace escasas semanas.
María Forcada & Forbes Life México
Mía Domenicca se impone como el nuevo meeting point del público ejecutivo y sofisticado de la colonia Roma. Su génesis se atribuye a Diego Patrón, que esbozó en su mente el nacimiento de un personaje, Mía Domenicca, sofisticada, amante de la cocina y enamorada de sus invitados. La perfecta anfitriona que recibe como quiere ser recibida y cuya alma planea en cada uno de los detalles de este restaurante. Diego no dejó de buscar hasta encontrar el lugar y chef perfectos para plasmar su realidad. El lugar fue una casona de los años 20 y el jefe de cocina, Lucho Martínez.
La decoración vuelve a buscar la rusticidad que impera a día de hoy. Ladrillo visto, maderas, sillas alternativas y toques vegetales que dotan de romanticismo al espacio.
En su carta, oda al producto. Dos puntos destacan en ella: énfasis en el mundo vegetal (lo cual se agradece) y una clara debilidad por los fondos ligados con mantequilla (a los que cuesta resistirse).
La impresión de la carta es diaria, ya que juegan con lo mejor que el mercado ofrece cada día, aunque los productos principales intenten mantenerse.
Las setas glaseadas con jugo de hongos son el hit del lugar sin lugar a dudas. También lo es el ejote francés escaldado y cortado en Juliana en una crema de pomodoro, huevo poché y prosciutto. Todo mezclado obliga a terminar el plato metiendo un pedazo de focaccia en el cuenco para no dejar nada.
De mis favoritos, la burrata originaria de San Miguel de Allende. Lechosa, tierna y ahumada por ellos mismos que en esta ocasión iba acompañada de tomatillos y durazno.
Ravioles de ricotta sobre un espectacular puré de hongos con mantequilla de salvia conquista a los paladares golosos.
La pesca del día vuelve toca mi punto débil, primero por la exactitud en la cocción del pescado y, segundo, por el fondo de puré de berenjena y parmesano que lo envuelve.
También es muy solicitado el arroz negro con chistorra, pulpo y huevo poché ligado con alioli. Sin duda una bomba calórica de intenso sabor que, en lo personal, recomiendo tomar compartida.
En postres, una ligera panacota de lavanda y fresas quemadas son el final perfecto.
Cócteles originales en los que destaca el empleo de salmuera. Salty gin, a base de Tanqueray, se completa con Martini Extra Dry, salmuera, jengibre, aceituna y limón. Su sabor es salado.
Mia Domenicca abre de martes a sábado de 13:30 a 24:00 y domingos de 13:30 a 18:00 hrs.
Mía Domenicca
Calle de Durango 279, Roma Norte. CDMX
Teléfono Reservas: 01 55 9130 8456
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