Aunque él dice llevar muchos años en el candelero, lo cierto es que ahora es cuando parece estar más en boga que nunca.
Por Alexandra Sumasi
Con cientos de proyectos alrededor del mundo, el estudio de arquitectura de interiores de Lázaro Rosa Violán dedica una buena parte de su trabajo al sector hotelero y de restauración. Según su cabeza visible, el propio Rosa Violán, «ha sido casual que hayamos trabajado en Madrid en varios proyectos gastronómicos a la vez, todos ellos proyectos muy mediáticos. Pero estamos presentes en la capital desde hace años con restaurantes como Bazaar y en otro tipo de negocios ajenos a la restauración». Se dice pronto pero Rosa Violán firma algunos de los espacios más admirados del momento. El nuevo Diverxo, abierto a la carrera hace año y medio por exigencias de la Michelin en la capital de España, es una de sus más conocidas obras. «Para llevar a cabo Diverxo observé con detenimiento la trayectoria de David Muñoz. Una cocina tan estrambótica como la suya requería un diseño casi onírico, y pienso que lo hemos conseguido». Puede que no fuera fácil que dos cabezas creativas trabajaran al unísono sin chocar, aunque el diseñador dice que «el trabajo con David ha sido muy cómodo. Sin conocernos mucho previamente, y habiéndonos visto pocas veces, pienso que hemos acertado a la primera». Los últimos proyectos del chef madrileño, en Londres y Madrid con dos nuevos StreetXO, también cuentan con el diseño de Rosa Violán: StreetXO de Londres, cuya apertura, prevista para varios meses atrás, se ha retrasado sine die, y el madrileño situado en el Gourmet Experience de la calle Ayala con Serrano, en plena milla de oro capitalina.
Además de recrear el universo de ensueño del tres estrellas de Madrid y sus propuestas prêt à porter, el multiespacio gastronómico Platea (donde se hallan reunidos bajo el mismo techo cuatro cocineros con estrellas Michelin como son Paco Roncero, Ramón Freixa, Marcos Morán y Pepe Solla), el hotel Only You, el restaurante Punk Bach, la relojería-coctelería Franck Muller y la nueva Taberna Pedraza son obra del estudio barcelonés. En la Ciudad Condal destacan los bellísimos Chez Coco o Bardot, y fuera de España son autores, entre otros muchos espacios, de Ibérica London de Portland Street o Les Chouettes en París. También, y como novedad caliente, el diseño del efímero Alinea Madrid (del triestrellado chef norteamericano Grant Achatz), también es obra del interiorista barcelonés.
Muchos de sus proyectos gastronómicos remiten al lujo, aunque él huye del fasto y procura que «el visitante se sienta cómodo. Eso es primordial». El mayor exponente del lujo es «ser novedoso. La novedad total, la completa originalidad, eso es lujo. De todos modos, esto es un concepto muy personal. Hace unos años, un chef español, con estrellas Michelin, me dijo: “Jamás te voy a encargar nada porque tú no entiendes el lujo”. Y (risas), ya antes de que me lo preguntes, no te voy a decir su nombre». No lo dice, no, pero apunta pistas. «Ahora este chef está vinculado a un proyecto en un hotel Four Seasons en el que estamos trabajando».
El método de trabajo de Rosa Violán pasa siempre por observar y comprender qué vende el cocinero o restaurador. «Nuestro diseño tiene que acompañar a la oferta gastronómica, tiene que ser un complemento de la misma». Por ello, además de estudiar el trabajo de su cliente o futuro cliente, también observa el de los demás. «Me gusta mucho comer, por supuesto, pero también visito muchos restaurantes por el mundo para ver lo que se está haciendo en cada uno de ellos». Sobre el lugar que le parece más vibrante, el arquitecto no duda en decir que «Japón me ha parecido siempre el país más increíble, aunque quizás Nueva York es hoy día la capital donde se halla lo más puntero tanto en diseño como en apuestas gastronómicas atrevidas. De todos modos, parece ser España la que está liderando el panorama gastronómico, por lo menos de cara afuera». Respecto a esto último, Lázaro Rosa Violán cuenta una anécdota reciente. «Estando un día en Brooklyn Fare, un restaurante en Nueva York que hace cosas alucinantes, me dice su chef: “Pero, viniendo de España, ¿qué haces aquí? ¡En tu país se está haciendo lo mejor!”. Yo que viajo mucho, veo que desde el extranjero se mira mucho a España, tenemos desde el punto de vista gastronómico una excelente imagen».
Rosa Violán reivindica el trabajo en equipo. «Hay que tener en cuenta que todos estos proyectos no son solo obra mía, son fruto del trabajo de todas las personas que trabajan conmigo. Cuando llego a mi despacho y veo lo mucho que hemos crecido… El trabajo es de todos, no hay que olvidarlo».
Sobre su último trabajo gastronómico ya finalizado, Alinea Madrid, un espacio efímero que durará tan solo 4 semanas, el diseñador declara que «la inspiración ha sido fácil, tan solo he tenido que observar Chicago, su gran arquitectura de los años 80 y, sobre todo, los graffitis de la ciudad». Sobre los materiales utilizados destaca «el linóleo, la moqueta, el acero bruñído y el espejo, necesario para magnificar un espacio que, en este caso, es tubular». La sucursal pop up del restaurante Alinea en Madrid se halla en las instalaciones del hotel NH Eurobuilding, en el espacio que habitualmente se halla el desayunador VIP. Para crear prácticamente de la nada un restaurante con aires de Chicago -de esta ciudad es originario Alinea-, Rosa Violán ha apostado por la simplicidad, y por crear un ambiente de clandestinidad y nocturnidad jugando con la luz y con colores oscuros. «Tuvimos tan solo tres semanas para acondicionar y decorar el espacio, pero realmente el reto no es ese. El reto vendrá cuando tengamos que desmantelarlo todo en tan solo 24 horas», concluye el diseñador.