Madrileño y gourmet. Raúl Peñafiel lleva tres años como director general de Peugeot México, donde exprime su experiencia de vida al máximo. Antes lo hizo en París, como coordinador de la dirección de América Latina de Peugeot, Citroën y DS. Parece que el destino le lleva a lugares eminentemente gastronómicos en los que, -junto a su esposa y dos niños-; aprende, descubre y disfruta como pocos. El mercado de Peugeot en México parece crecer con él, al tiempo que él crece con su gastronomía.
¿Cómo es el perfil del comprador Peugeot en este país?
Una persona que sabe lo que quiere. Somos la marca generalista de los clientes Premium, de un extracto social relativamente alto que quiere mantener un nivel. Nosotros hacemos carros perfectos para rodar dentro y fuera del país, en España, en Francia…, cumpliendo con toda la normativa y la seguridad vigentes. En México, el carro es la segunda compra más importante para el consumidor habitual, vive para él, lo cuida y forma parte de su vida. El cliente Peugeot prefiere utilizarlo para moverse entre las cosas importantes. Resumiendo, un Peugeot te da capacidad de diferenciación a la par que discreción y está hecho para clientes convencidos con lo que tienen, para adultos contemporáneos.
¿El modelo líder?
El que más se vende en turismo es el 208. En comercial apostamos por las partner, que estoy convencido acabarán siendo un boom en todo el continente americano.
¿Cuáles son los países de Latinoamérica donde mejor funciona la compañía?
Tenemos presencia en toda la región, con una presencia brutal en Argentina (15% del mercado) y un posicionamiento cercano a Audi. Luego Brasil y en tercer lugar Chile. Peugeot Chile ha conseguido, en un contexto americano, mantener la influencia europea y este es nuestro objetivo para México.
En México tan solo ocupamos el 0.5% del mercado, cuando en España es de un 10 %. Aquí nuestro punto débil, ser una marca europea y en concreto francesa, es también nuestro punto fuerte.
¿Moverse en coche está cada vez menos valorado?
Hay una libertad única que nos da el carro, y es la de desplazarse. Antes el rico iba a caballo o en carro de caballos. Ahora hay un movimiento importante pro-peatón y pro-bici, pero si te fijas los ricos siguen yendo en carro.
Dicen de usted que es un sibarita, ¿de dónde nace su curiosidad gastronómica?
Creo que somos lo que comemos y me interesan los rituales que hay en torno a la vida, los negocios y la comida. De hecho, lo que nos diferencia es que sabemos transformar una necesidad en un placer.
También hay una parte tribal e instintiva que te da un cierto estatus cuando recomiendas dónde comer algo especial, porque comer hoy por hoy es aburrido y lo divertido es comer donde encuentras algo diferente, recomendarlo y compartirlo. Creo que posicionas a un individuo por cómo es la experiencia con él en la primera comida, sabes exactamente la persona que es por dónde te ha llevado, qué ha pedido y cómo lo ha disfrutado. Nunca haría negocios con una persona con la que no he comido a gusto.
París.
Siempre me ha gustado comer, cocinar y buscar productos de gran materia prima. Los dos últimos años en París mi casa estaba encima de un mercado y quizás ahí me volví un poco loco. Siempre había algo por descubrir, siempre había algo mejor. París es una carrera sin final. Hay una calidad a nivel de materia prima desproporcionada. Mi favorito era un restaurante coreano increíble con un precio medio correcto pero con gran gusto por el detalle y la presentación. Los bistrós de barrio… Las cavas de vino… Puedes elegir una cocina muy básica con calidad o una cocina sofisticada, lo tienes todo.
México.
Cuando llegué a México me di cuenta de que iba a comer igual de bien o mejor. Estar en un país como México, con la diversidad y la cultura que hay en torno a la comida, y no disfrutarlo sería un pecado capital. En México existe la mejor materia prima, es el país con mayor diversidad agrícola del mundo y estoy comiendo mejor pescado que nunca.
Se está forjando una nueva cultura gastronómica en México, ¿qué opina de esta nueva cocina?
En general se está pasando de pensar en ella como cocina tex-mex a que la cocina mexicana reclame su papel en el mundo sin pasar por Gringolandia. Debe ser el próximo boom a nivel mundial, tiene derecho a estar en el panteón de las nuevas cocinas por su variedad, posee sabores diferentes como ocurre con la peruana, española, japonesa, china o marroquí.. . La fórmula es mantener la esencia del sabor con técnicas más ligeras y digeribles.
Experiencia inolvidable.
Un lugar de carne de kobe en Coyoacán, en una tarde de lluvia. Se llama Ixskati, es sencillo, repleto de hornos de vacío para cocinar la carne a baja temperatura. Tiene unos embutidos, un pastrami y una lengua estilo leonés fantásticos. Cuando llegamos la primera vez y vimos la carta no podíamos creerlo. Era de otro planeta. Solo trae carne de Australia y de Japón, compra la vaca entera y cocina al vacío las partes menos nobles.
Vino.
Imagínate, tengo sangre de familia riojana. El vino es el complemento perfecto para la comida y además suelta la lengua. Hace años era anti-francés, hasta que viví allí y conocí sus vinos. Jumilla tiene grandes vinos. Hace poco en México he descubierto un Prieto Picudo de Pricum, de Tierra de Castilla, pero por lo general para mí, Toro gana, me encanta Pintia, me toca mucho su áspero y estas últimas añadas no se van a volver a repetir. Odio los Pinot Noir y los Borgoña por religión.
Parece que los amantes de los grandes coches son también amantes de la mejor gastronomía, ¿está de acuerdo?
Nosotros hemos apostado por dos estrategias relacionadas en Peugeot México, primero Peugeot Gourmet, donde lanzamos una news letter en la que hablábamos de gastronomía y mezclábamos tornillos. Hubo una entrada de un 20%.
En segundo lugar, al igual que ocurre en los restaurantes, promocionamos que si el cliente no está satisfecho con el servicio en reparación no paga la mano de obra.
Por supuesto que existe relación.